Día 20, día de nuevo desafío.
Se acerca el verano y con él las ganas de comer cosas más frequitas y ligeras, que eso va bien para cuidar la linea pero a la vez también se inaugura la temporada de helados, cervecitas frescas y demás. Por eso ya que cuando salgamos de casa vamos a hacer este tipo de excesos, por lo menos en casa nos prepararemos una buena ensalada.
Cuando vi lo que teníamos que preparar pensé...Super fácil¡¡
pero a la hora de pensar que ensalada preparar me asaltaron las dudas, porque hay tantas y tantas variedades, que si con pasta, con salazones, con frutos secos...
En fin, que al final me decanté por una ensalada sencilla, con productos que tenemos por casa siempre. Porque creo que a veces los platos más sencillos son los que mejor nos saben siempre que tengamos la mejor de las compañías.
No voy a poner preparación, porque no creo que sea necesario. Simplemente lavar, pelar y cortar como nos guste los ingredientes y ponerlos en el plato intentando que quede de una manera vistosa.
Mi ensalada lleva tomate, pechuga de pavo braseada,manzana, zanahoria, canónigos, quesitos feta, atún y pepino. Aderezado todo con aceite de oliva virgen extra y crema de vinagre de módena.
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Pues seguro que esta de rica como bonita te ha quedado una presentacion preciosa. Mil besicos querida amiga
ResponderEliminarUna ensalada rica, rica!!!
ResponderEliminarUn besito compi
En primer lugar decirte que soy Soledad García (aunque salgo como anónimo), porque por motivos que escapan a mi comprensión (soy algo ciberpaleta) me han impedido acceder con mi perfil.
ResponderEliminarEn esta ocasión el desafío que preparas es fácil (incluso para mí), con ingredientes sencillos, pero no por ello deja de estar riquísimo. Lo más dificultoso y laborioso no tiene necesariamente por qué ser lo más exquisito, porque la exquisitez está en el buen hacer y en el amor que se le pone a lo que se hace.
Pienso como tú, pues en verano comemos de forma algo caótica y te diría que también dicotómica, es decir, con una de cal y otra de arena; por una parte ingerimos grandes cantidades de alimentos calóricos como refrescos gaseosos, helados,bebidas alcohólicas... horchatas; éstas son las partes de arena que comemos y bebemos, pero son las ensaladas las partes de cal que ayudan a equilibrar y compensar la alimentación estival.
Al leer tu entrada quiero decirte, Maribel, que me ha acudido a mi pensamiento un cierto día en el que con mi novio comí algo improvisado (era también una especie de ensalada) en la orilla de la playa, mientras que la luna, saliendo por el horizonte del mar, parecía querer iluminar el instante, una luna que como buque de anhelos flotaba sobre el agua que serena estaba dispuesta a hacer soñar a los durmientes al mecerlos con sutiles olas y su rumor de nanas profundas; invitaba entonces a adentrase para inundarse en el camino que la luna extendió sobre el mar como alfombra que conducía a un palacio celestial. Y esa senda argentada dirigió mi vista hacia Selene, mientras mi novio, con su dedo extendido me señalaba en ella algo que yo habia visto muchas veces pero que no había descubierto hasta ese momento. Era como si la luna hablase a través de mi amor que estaba a mi lado para contarme algo que sólo pudiese saber yo, pese a estar rodeados de una multitud ajena y distante a dicho mensaje. Entonces, la cena frugal, fácil, sin complicaciones culinarias se convirtió en un manjar de dioses, mientras mi amor me besaba de tal forma que dicho beso se reflejó en un espejo eterno, en un cristal que ninguna fuerza humana podrá quebrar nunca.
Siempre recordaré ese beso, y la prueba de ello es que te lo cuento ahora como a mí me lo contaron un día, porque no he podido resistir al ver tu plato regresar a aquel día que precisamente era la noche mágica de San Juan, noche en la que alguien que no sé quién es en realidad, me enseñó con su brazo extendido lo eterno que se hizo presente a partir de su consciencia...
Un beso.