Nuevo desafío, el primero de este nuevo año. Y lo empezamos con una receta fácil y apetitosa. Los quichés los podemos preparar con casi cualquier ingrediente que nos apetezca, da igual de carne o de verdura, y lo bueno que tiene es que está igual de bueno frío que caliente.
Lo ideal sería preparar la masa nosotros mismos, pero hoy en día tenemos tantas masas preparardas en los supermercados que si vamos justos de tiempo, siempre podemos recurrir a comprarla ya preparada.
La masa ideal es la quebrada. Yo me he decidido a preparar esta receta con bacon y espinacas, de esta manera las personas a las que no les hace mucha gracia las verduras las comen sin apenas apreciar el sabor.
INGREDIENTES
250 gr de espinacas
6 huevos
1 masa quebrada
200 ml de nata
1/2 cebolla
250 gr de bacon ahumado.
queso rallado
PREPARACIÓN
Extendemos la masa quebrada en un molde redondo. Un truco a la hora de hornear es poner sobre la masa garbanzos, crudos, para que al hornear impidan a la masa subir el volumen. Estos garbanzos los guardo en un bote de cristal y los uso habitualmente para otras masas que tampoco quiero que suban de volumen.
Metemos en el horno a 180º unos 10 minutos, sacamos y reservamos.
Por otro lado cocemos las espinacas con agua y sal.
En una sartén con un poco de aceite, sofreimos la cebolla cortado muy pequeña, le añadimos el bacon y sofreimos bien.
Le añadimos las espinacas cocidas y escurridas y mezclamos muy bien.
En un bol batimos los huevos y le añadimos la nata, a continuación le añadimos la mezcla de espinacas, bacon y cebolla y mezclamos muy bien.
Esta mezcla la pondremos por encima de la masa quebrada. Espolvoreamos con el queso rallado y metemos al horno a 180º unos 20 minutos.
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